• Comodidad en el agua: Se enfatiza la importancia de que el niño se sienta a gusto en el entorno acuático, proponiendo juegos y actividades divertidas en el agua en casa.
  
• Respiración: Se sugiere un ejercicio con una pajita para que el niño practique hacer burbujas en el agua, aprendiendo la respiración adecuada.
  
• Flotación: Se aborda la flotación boca arriba y boca abajo, con recomendaciones para ayudar al niño a relajarse y ganar confianza en el agua.
  
• Propulsión: Se menciona la importancia de enseñar a dar patadas y movimientos de brazos, recomendando el uso de un churro para apoyar la flotación.
  
• Combinar brazos y piernas: Se destaca la necesidad de combinar los movimientos de brazos y piernas una vez que se han aprendido por separado.
  
• Practicar regularmente: Se aconseja mantener una práctica constante para consolidar los hábitos.
  
• Paciencia y elogios: Se subraya la importancia de la paciencia y de elogiar al niño para mantenerlo motivado y construir su confianza en el agua.
  

Estos siete puntos, especialmente los primeros, son fundamentales para introducir a los niños en el medio acuático y sentar las bases para aprender a nadar.