Un tema que arde en mi corazón cada vez que pienso en eso, es la situación de cómo en Puerto Rico hacemos todo para sabotear institucionalmente a que florezcan nuevos pequeños comerciantes. Pasos y papeleos excesivos que evitan que se empiece a generar economía con prontitud. A veces toma más de un año algo que debería tomar no más de un mes. Si uno va en persona, los famosos "se cayó el sistema" nunca faltan, y lo que toma 5 minutos, puede hacerte perder todo el día en una oficina esperando a que todo el mundo que te puede atender "almuerce". Y mientras el estado tétrico de los locales comerciales en desuso y abandono en los cascos urbanos. Lugares donde podrían estar estos nuevos pequeños negocios, dejandose perder. Primera Hora publicó que si tan solo se ocuparan, en un año a inyección a la economía serían $1,800 millones solamente en salarios directos. Imagínate en lo demás. Son tantas las pesadillas tratando de abrir negocios pequeños en Puerto Rico, que frustra y logran perpetuar que en vez de ser dueños, seamos esclavos de otro.