Hoy he optado por un Trending Topic arriesgado, o eso creo, pero espero dejar claro lo que pretendo con mi elección. Entre la maraña de futbolistas que se retiran. lo que se está convirtiendo en una metatendencia absurda y tontorrona como la felizviernes y así, políticos en campaña que si la sonrisa y el ciudadano, y programas de la tele, quizás lo que debería de analizar hoy es la banalidad en la que está cayendo Twitter, de forma irremediable, me temo. Con lo que tiene uno que bajar a innobles puestos de dos cifras para encontrar un tema que apetezca tratar y al que poder sacarle unas conclusiones que merezcan tal nombre. Reconozco haberme saltado en este juego a Franz Kafka, al que hoy se le recordaba por algo. Esta manía de no recordar a los grandes todos los días simplemente leyéndolos. Y me ha atraído la seducción del fracaso. Del glorioso fracaso. De un fracaso casi legendario. Y como voy a hablar de un torero, antes de que os echéis encima mio una parte de la audiencia, quiero deciros que no tengo por objetivo endiosar o encumbrar a un matador de toros. Yo tengo mis idas y venidas con este mundo en una tremenda contradicción que me acompaña desde niño y que no pienso confesar aquí, para evitar problemas. Voy a hablaros de Rodolfo Rodríguez Pana, para que reflexionemos sobre todo lo que rodea al fracaso. Su mítica, su belleza e incluso su poesía.