El Espíritu Santo y Padre Tomás Martín

He sido un miembro de los Misioneros Redentoristas por 65 años. He sido un sacerdote por 60 años. Ya tengo casi los 86 años. Vivo con otros 16 redentoristas acá en Florida. Te quiero compartir algo de lo que creo que el Espíritu Santo ha hecho en mi vida. El séptimo grado recibí el sacramento de la Confirmación. Me dijeron que recibí los siete dones del Espíritu Santo. Ellos son la sabiduría, El entendimiento, el consejo, el conocimiento, la fortaleza, la reverencia, la piedad. En el momento no sentía gran cosa. Pero durante el año próximo yo comencé a hablar con Dios por lo menos estando yo solo. El al próximo año cuando nos habló un sacerdote, Padre Juan Kelly que iba para trabajar en las misiones yo comencé pensar en quizás ser redentorista y sacerdote alguna día. Ahora entiendo que eso fue Dios por el Espíritu Santo tocando mi corazón y animándome a saber como yo podría conocer y seguir a Jesús. Ahora que han pasado estos 65 años he podido reconocer muchas, muchas veces cuando el Espíritu Santo me ha protegido del pecado. Sobre todo ahora, a estos 65 años puedo reconocer muchísimos momentos de gozo y alegría siendo un misionero y lugares como Puerto Rico, República Dominicana el Sur del Bronx y Nueva York , el Valle del Hudson y ahora siendo mayor de edad ayudando gente que entra el Cuerpo de Cristo por el Bautismo, la Confirmación. Por eso doy gracias a Dios y comparto mi gratitud con Uds. que oyen eso. Porque la Sequencia del Pentecostés que oímos al comienzo hoy yo reconozco que para mí durante mis 85 años de vida y 65 de ser Redentorista el Espíritu Santo ha sido y sigue siendo para mi  luz, Fuente de todo consuelo, el amable huésped de mi alma, mi paz en las horas de duelo, mi consuelo en medio del llanto y ese mismo Espírito Santo ha lavado mis pecados y inmundicias y sigue enderezando mis sendas para que llegue yo al fondo del Corazón de Jesús.

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