The Good Word

The Good Word


Quinto Domingo del Tiempo Ordinario, Rev. Thomas "Martin" Deely, CSSR

February 04, 2024

El Don del Dia de Hoy

Tengo una corta oración que digo al comenzar cada día.  Digo: ¡Dios Padre, Jesús, Gracias por el don de este día!  Recientemente Oí un artista norteamericano, Dick Van Dyke, a los 98 años de vida decir que el nunca temía la muerte. Cada mañana él pensaba en como él podía vivir con gozo ese nuevo día.  Jesús fue así. Jesús gozaba de cada día. Jesús pasó cada día haciendo cosas como vemos en el evangelio de hoy.  Porque cuando Jesús halló enferma a la esposa de Pedro le puso la mano y le quitó la fiebre de ella. Entonces, casi sin descansar, Jesús iba recibiendo la gente que venía sin casi comer.  Les curó a ellos. Les anunció el amor y la bondad del Padre Celestial. Jesús sabía, claro, que algún día iba morir. Pero Jesús pensaba siempre en LA VIDA.  Por eso Jesús hablaba con su Padre Celestial cada mañana al igual que hacemos Uds. y yo.  Hoy vemos a San Pablo que, al igual que Jesús, gozó del don de cada día.  Pablo dice: No tengo por qué presumir de predicar el Evangelio, puesto que ésa es mi obligación. ¡Ay de mí, si no anuncio el Evangelio!  Pablo daba gracias a Dios porque cada día él podía hablar sobre cosas que Jesús le había enseñado.  Pablo dijo también: Cristo me ha confiado una misión. Por eso dijo Pablo también: Con los débiles me hice débil, para ganar a los débiles. Me he hecho todo a todos, a fin de ganarlos a todos. Todo lo hago por el Evangelio, para participar yo también de sus bienes.

A veces cuando pasamos días difíciles podemos olvidar de darle gracias a Dios por el don de nuestra vida. Eso le pasó a Job en la Biblia. Job había perdido toda su familia. Job tenía su cuerpo lleno de llagas. Por eso dijo esto: '¿Cuándo será de día?’. La noche se alarga y me canso de dar vueltas hasta que amanece. Anoche recordé aquel momento cuando el famoso pelotero, Lou Gehrig se enfermó con algo que hoy día lleva el nombre Enfermedad de Lou Gehrig. En su emocionante despedida cuando tenía que dejar el juego dijo a la gente: He tenido mala suerte. Entonces él hablaba con lágrimas con agradecimiento para los miembros de su equipo, Los Yanquis, los fanáticos del equipo, para su querida esposa. Y habló sobre un momento cuando su suegra les había ayudado cuando él y su esposa había tenía desacuerdos.  Terminó diciendo que “Yo soy el hombre más afortunado en el mundo y tengo mucho de agradecer de la vida.   En la primera lectura hoy oímos un Job sufrido de mal humor. Pero más tarde el mismo Job llegó a tener la actitud agradecida de Jesús y de San Pablo. Porque Job dijo esto: El Señor dio y el Señor quitó. BENDITO SEA EL NOMBRE DEL SEÑOR

¿¿Comentarios tuyos??

tdeely7352@hotmail.com