Queridos hermanos y hermanas en Cristo, Bienvenidos (as) a este “podcast”, LA BUENA PALABRA, con el cual los Misioneros Redentoristas de la Provincia de Baltimore les traen la Buena Nueva de Jesús cada día. 

Soy el Padre Manuel Rodríguez, redentorista, de la Basílica de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Brooklyn, Nueva York. Hoy es el martes, 9 de enero de 2024, de la primera semana del Tiempo Litúrgico Ordinario.

Hoy, reflexionamos sobre el pasaje del Evangelio según San Marcos, capítulo primero, versículos 21 al 28.

Cuando la Biblia habla de "espíritu impuro", se refiere a un espíritu maligno o satánico. Estos espíritus malignos son seres espirituales que están en rebelión contra Dios y que trabajan en oposición a Su voluntad. En la narrativa bíblica, a menudo se asocian con el mal, la esclavitud y la opresión espiritual.

La presencia de espíritus malignos se menciona en varios pasajes del Nuevo Testamento, donde Jesús realiza exorcismos para liberar a las personas poseídas por estos espíritus.

En el episodio de Marcos 1:21-28, Jesús entra en la sinagoga de Capernaúm y es confrontado por un hombre poseído por un espíritu maligno. Jesús, con su autoridad divina, reprende al espíritu y lo expulsa, liberando así al hombre de su opresión espiritual.

La enseñanza detrás de estos pasajes es que Jesús, como el Hijo de Dios, tiene poder y autoridad sobre los espíritus malignos. Su presencia y enseñanza desafían y derrotan las fuerzas del mal. También subraya la realidad espiritual del conflicto entre el bien y el mal en el mundo.

El evangelio de hoy nos invita a reflexionar:

¿Cómo respondemos nosotros a la autoridad de Jesús en nuestras vidas? ¿Estamos dispuestos a reconocer su autoridad sobre lo que no es de Dios en nosotros, permitiendo que nos libere de todas las cadenas que nos esclavizan y nos alejan de Dios?