The Good Word

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Readings for the Memoria Opcional de San Juan Diego Cuauhtatoatzin, Manny Rodriguez, C.Ss.R.

December 09, 2023

Bienvenidos (as), hermanos y hermanas, al Pod Cast, La Palabra, auspiciado por la Provincia de Baltimore y que les trae cada día, la Buena Nueva de Jesucristo.


Soy el padre Manuel Rodríguez Delgado, redentorista, de la Basílica de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Brooklyn, Nueva York.

Hoy es el domingo, 9 de diciembre.  Reflexionamos sobre un pasaje del Evangelio según Mateo donde vemos a Jesús enviando a sus discípulos a la misión. Este pasaje nos ofrece valiosas lecciones sobre el llamado y la responsabilidad que cada uno de nosotros tiene como discípulos de Cristo.


Mateo nos cuenta que Jesús recorría las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y dolencia. Al ver a las multitudes, Jesús se compadeció de ellas, porque estaban cansadas y abatidas, como ovejas sin pastor. Esta compasión de Jesús nos revela el corazón amoroso de nuestro Salvador, que se preocupa por el bienestar espiritual y físico de las personas.


En respuesta a esta compasión, Jesús llama a sus discípulos y los envía a la cosecha. Les da autoridad para expulsar a los espíritus inmundos y para curar toda enfermedad y dolencia. Esta autoridad no se les da para glorificarse a sí mismos, sino para ser instrumentos del amor y la misericordia de Dios en el mundo.


Aquí vemos que la misión de los discípulos es específica y centrada en anunciar la llegada del Reino de Dios. Esta misión no es solo para aquellos tiempos, sino que también resuena en nuestros corazones hoy, llamándonos a proclamar la Buena Nueva con nuestras vidas.

Entre tantas enseñanzas del evangelio de hoy, Permítanme descartar que Jesús describe la actitud que deben tener los discípulos. Les dice que vayan y curen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos y expulsen demonios. Pero también les insta a hacerlo gratuitamente, sin buscar recompensa material. Esta actitud desinteresada refleja el amor incondicional de Dios y nos desafía a servir a los demás con generosidad y humildad.


Hermanos y hermanas, en este pasaje del Evangelio, somos llamados a reflexionar sobre nuestra propia respuesta al llamado de Jesús. ¿Estamos dispuestos a ser enviados a la cosecha, a proclamar el Reino de Dios con nuestras vidas? ¿Estamos dispuestos a confiar en la providencia divina y a servir a los demás con desinterés?



Que el Espíritu Santo nos guíe y fortalezca mientras respondemos a este llamado, para que podamos ser verdaderos discípulos misioneros, llevando la luz y el amor de Cristo a aquellos que están cansados y agobiados. Que así sea. Amén