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Masculinidad Bíblica: La Herida Paternal – Misionero Kevin Taylor
Masculinidad Bíblica: La Herida Paternal
Efesios 1:1-6
1 “Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Efeso:
2 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
5 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,
6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,”
Si has notado, los hombres y las mujeres son bien diferentes y eso es bueno. Una de las diferencias es que cuando un hombre tiene una cicatriz es algo bueno, nos jactamos de nuestras heridas. Tengo una por dos golpes de fútbol americano que me dieron en mis tiempos y sí me gustan esas heridas, pero aparte de eso sin lugar a dudas porque cada hombre fuimos engendrados por un padre imperfecto hay otra herida en silencio que se llama ‘’La herida paternal’’ y gracias a Dios por hombres que han leído la Biblia, han tomado en serio el mandamiento de Dios, de instruir al niño en su camino para que cuando fuere viejo no se aparte de él. ¿Cuántos hombres han visto en la tierra que ellos mismos han sido ese Abraham criando a su Isaac en el camino de la fe? Pero por tantos hombres que ahí existen y han sido fieles, presentes y amorosos, también hay padres ausentes, distantes y crueles y ellos han criado a todo ser humano.
Todos hemos sido afectados por la manera en que hemos sido criados en nuestra niñez y mi idea es alzar los ojos de cada uno de nosotros arriba y que encima del ejemplo imperfecto de nuestros padres terrenales, coloquemos la vista sobre aquel Padre perfecto que ha estado en todo el proceso, moviendo en muchas circunstancias para que fuéramos adoptados hijos suyos.
Hay hombres que llevan una herida, no solamente llevan la cartera, las llaves, también llevan esa herida paternal en silencio y tenemos que hablar de eso para identificarlo y luego para que el Padre celestial lo sane. Primeramente quiero mencionar a:
Padres de omisión
Ellos afectaron nuestras vidas no tanto por lo que hicieron, sino por lo que no hicieron y quiero mencionar cuatro tipos de padres de omisión.
El padre que nunca estuvo
Hay personas que si su papá entrara al templo, no sabrían quién es porque él les engendró, era suficientemente hombre para engendrar, pero suficientemente cobarde para criar y quizás le han dicho que allá en otro pueblo tiene otros hijos y está envuelto en sus vidas pero en la suya no, pero es el padre que nunca estuvo y su ausencia le ha marcado fuertemente hasta la fecha.
El padre que estuvo y se fue
El dejó a tu mamá por otra mujer, tal vez las presiones de la vida eran demasiadas pesadas para él así que se desapareció, simplemente se levantó, agarró sus cosas y se fue y dejó una casa vacía, una silla vacía en la mesa y un vacío en tu corazón y hasta la fecha eres marcado por el papá que estuvo y se fue.
* Ausente pero presente
Es el papá que visita de vez en cuando. Quizás tuviste esta clase de papá en tu vida. Siempre los visitantes son de bendición. Cuando el plomero viene arreglar la tubería, cuando no hay luz viene el electricista arregla las cosas, es una bendición que otros hombres visitan, pero cuando el papá solamente viene de visita es una maldición y típicamente está clase de hombre por la culpa que trae en la mente por no estar ahí a lo diario trae muchos regalos, viajes a Disneyworld, aretes de oro, siempre llega con un bate de beisbol para su niño y siempre que visita el niño está pensando: “Está vez papá se va quedar’’,