Predicaciones y Sermones Cristianos Qué Cambiará Tu Vida
No Vayas A La Cisterna Sin Antes Ir Al Rey – Pastor Arturo Muñoz
No vayas a la cisterna sin antes ir al Rey
Jeremías 38:7-13
7 Y oyendo Ebed-melec, hombre etíope, eunuco de la casa real, que habían puesto a Jeremías en la cisterna, y estando sentado el rey a la puerta de Benjamín,
8 Ebed-melec salió de la casa del rey y habló al rey, diciendo:
9 Mi señor el rey, mal hicieron estos varones en todo lo que han hecho con el profeta Jeremías, al cual hicieron echar en la cisterna; porque allí morirá de hambre, pues no hay más pan en la ciudad.
10 Entonces mandó el rey al mismo etíope Ebed-melec, diciendo: Toma en tu poder treinta hombres de aquí, y haz sacar al profeta Jeremías de la cisterna, antes que muera.
11 Y tomó Ebed-melec en su poder a los hombres, y entró a la casa del rey debajo de la tesorería, y tomó de allí trapos viejos y ropas raídas y andrajosas, y los echó a Jeremías con sogas en la cisterna.
12 Y dijo el etíope Ebed-melec a Jeremías: Pon ahora esos trapos viejos y ropas raídas y andrajosas, bajo los sobacos, debajo de las sogas. Y lo hizo así Jeremías.
13 De este modo sacaron a Jeremías con sogas, y lo subieron de la cisterna; y quedó Jeremías en el patio de la cárcel.
Aquí hay una historia muy interesante acerca de un etíope, un siervo del rey, un esclavo llegado desde muy lejos para servir en el palacio del rey. Y dice la palabra de Dios que está este siervo que escucha lo que se le ha hecho a Jeremías y Ebed-melec pudo haber hecho tres cosas. Al escuchar que Jeremías había sido echado en la cisterna, pudo haberse quedado sentado y haber hecho nada y haber dicho: “¡Qué me importa lo que le pase a Jeremías!, yo estoy bien aquí, no puedo hacer mucho, me quedo acostado en mi cama” y creo que muchas veces ese es el sentimiento que nosotros tenemos cuando vemos que la gente está muriendo sin Cristo, nos quedamos sentados, con los brazos cruzados y decimos: ¿a mi qué? Otra cosa que pudo haber hecho Ebed-melec es haber ido a la cisterna, directamente a dónde estaba Jeremías, pudo haber corrido hasta esa cisterna y buscar algunas sogas y tratar de sacar a Jeremías, pero si tú has tratado de ayudar a alguien a salir de un hoyo, no es fácil. Y la tercera cosa que pudo haber hecho y que si hizo es ir al rey. Quiero hablar de “No vayas a la cisterna sin antes ir al rey.” ¿Para qué? ¿De que te va a ayudar?
Hace años cuando mi esposa y yo nos íbamos a casar, solicitamos una visa de prometidos y esta visa sirve para aquel que no tiene residencia o permiso para entrar a Estados Unidos al estar comprometido le den permiso. Estábamos en Ciudad Juárez y hablamos con una persona en el consulado de ahí y me dijo: “No vas a entrar.” Después hablamos con otra y nos dijo de la misma manera y mi esposa dijo: Queremos hablar con el cónsul y las personas se quedaron así como para qué quiere hablar con el cónsul. Queríamos casarnos y vino el cónsul, se sentó, y dijo: Hablen. Hablamos y nos dió la visa de prometidos. Cuando vamos y hablamos al rey, podemos hacer más que si hacemos las cosas por nosotros mismos. Cuando hacemos las cosas por nosotros mismos sin la ayuda de Dios fracasamos, cuando hacemos las cosas sin orar fracasamos, cuando hacemos las cosas sin confiar y pedirle a Dios su dirección nos sale mal. Qué tan importante es primero ir al Rey que ir a la cisterna.
Estoy leyendo un libro de un misionero en Ecuador y Perú llamado Klaus y este misionero alemán nació en 1960. Y cuando era niño llevó a su amigo Michael de 10 años a la iglesia. Su amigo escuchó la gran historia de salvación y fue salvo. Alemania estaba dividida: en un lado la Alemania comunista y en otro la Alemania libre y estando las cosas difíciles, él no le dijo a su mamá que había sido salvo. Pero por consejo de Klaus le dijo que comenzara a leer la Biblia. La mamá de Michael comenzó a ver unas cosas diferentes en su hijo y vio que estaba leyendo la Biblia y ella le dijo: “¿Por qué tienes esa Biblia?