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Parábola De Los Dos Deudores – Pastor Arturo Muñoz
Parábola de los dos deudores
Mateo 18:23-35
23 “Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos.
24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.
25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.
26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.
28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes.
29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda.
31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado.
32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste.
33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?
34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.
35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.”
El señor Jesús está contestando algo que Pedro le había preguntado en el versículo 21 “Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?” Pedro tenía una muy baja paciencia para perdonar a las personas. Cuando alguien le hacía algo inmediatamente por su impaciencia iba y le cortaba la oreja y actuaba de una manera rápida y quizás hacía algunas cosas muy aceleradamente y constantemente tenemos personas a nuestro alrededor que de manera consciente o inconsciente nos hacen algo, no dañan, nos faltan al respeto, nos ofenden, nos miran feo y no aguantamos y la pregunta para nosotros sería ¿deberíamos perdonar a los que nos hacen algo? El señor Jesucristo dice en el versículo 35 “Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.” El requisito no es solamente que perdonemos, el requisito es que perdonemos de todo corazón porque cuando no perdonamos de todo corazón hay algo que empieza a germinar dentro, a echar raíces, a destruir nuestra vida y aparte dice Jesús que si no perdonas a alguien esa amargura que empieza a echar raíces empieza a recorrer tu corazón y el Padre celestial no va a estar dispuesto a perdonar. Acuérdate de todo lo que Cristo te ha perdonado, de lo que él ha hecho por nosotros y regresando al versículo 22 Jesús contesta y dice “No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete”. Quizás ya hiciste la cuenta y dices “mi esposa me ha faltado el respeto 491 veces y entonces ya no la tengo que perdonar” y no está hablando acerca de eso sino del hecho de que aun cuando fueran setenta veces mas o cien veces más deberíamos de perdonar a aquella persona.
1. El problema
Hay un hombre que debe diez mil talentos. Un talento imagínatelo como un garrafón de agua, era una medida de lo que cabía en un garrafón de agua. Un talento llegaba a pesar entre 25 hasta 30 kilos y seis mil denarios equivalía a un talento y un denario se ganaba normalmente en un día. Si una persona gana un denario eso quiere decir que en 6 mil días, en veinte años podría haber ganado lo que es un talento ¿Cuánto tiempo se hubiera tardado en pagar 10 mil talentos? 200 mil años. De tal manera que era imposible pagar tanto dinero.
A. Una deuda irresponsable
El problema que vemos es que había una deuda irresponsable. La Biblia dice “Y comenzando a hacer cuentas,