Predicaciones y Sermones Cristianos Qué Cambiará Tu Vida
No Hagas Locamente – Pastor Arturo Muñoz
No hagas locamente
2 Crónicas 16:7-10
7 “En aquel tiempo vino el vidente Hanani a Asa rey de Judá, y le dijo: Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria, y no te apoyaste en Jehová tu Dios, por eso el ejército del rey de Siria ha escapado de tus manos.
8 Los etíopes y los libios, ¿no eran un ejército numerosísimo, con carros y mucha gente de a caballo? Con todo, porque te apoyaste en Jehová, él los entregó en tus manos.
9 Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él. Locamente has hecho en esto; porque de aquí en adelante habrá más guerra contra ti.
10 Entonces se enojó Asa contra el vidente y lo echó en la cárcel, porque se encolerizó grandemente a causa de esto. Y oprimió Asa en aquel tiempo a algunos del pueblo.”
¿En cuantas ocasiones especialmente en nuestra juventud hicimos cosas tontas y locas? y cuando nos dimos cuenta de lo que hicimos decimos, “que bueno que no morí, que no me pasó nada.” Quizás hicimos algo así en nuestra juventud, o aún lo estás haciendo y ya debes de detenerte.
En una ocasión estaba con mis primos jugando en un patio y había un montoncito de arena y ¿a quién no le gusta brincar del primer piso hacia abajo? y no pasó nada y nadie salió golpeado pero cuando vimos el montón de arena comenzamos a brincar no de un primer piso sino de un segundo piso y todo estuvo bien pero que tal si algo hubiera pasado. Hace años cuando mis papás salieron en uno de sus viajes, se quedó el carro y las llaves y cuando uno ve el carro y las llaves en la mesa, uno le da gracias a Dios y yo las vi y dije “yo creo que las dejaron con un propósito.” En ese tiempo uno de mis compañeros de la prepa había matado a otro y lo aventó al pozo Meléndez y le hablé a mi amigo Juan Manuel y le dije que mis papás me habían dejado el carro y tomamos el carro y fuimos rumbo a Taxco y llegamos al pozo Meléndez e hicimos una oración por él y de regreso yo me sentía como piloto de fórmula uno y en una curva el carro se derrapó y empezó a dar vueltas, nos salimos de la carretera y caímos en una cuneta, gracias a Dios no caímos al precipicio. Yo estaba aterrorizado y nos preguntamos si estábamos bien y nos fuimos. El carro sobrevivió y yo sobreviví y veníamos pensando “casi nos matamos.” A lo mejor tu no has hecho algo así, pero cuando miramos atrás decimos “Locamente he hecho, lo hice sin pensar y también con pensar” porque sabemos que no lo debemos de hacer. Dios habla conmigo y me dice que no lo haga, que ni siquiera piense en eso, que no dé ese paso, que no sea infiel, que no diga esa mentira, que no vuelva a pecar y al vicio y de alguna manera lo sabemos pero regresamos atrás, desobedecemos a Dios y hacemos locamente. Aquí está el rey Asaf y viene el profeta y le dice “has hecho locamente.”
1. Locamente haces cuando no obedeces a Dios
Vemos el ejemplo del rey Saúl. Dice la Biblia en 1 Samuel 10:8 “Luego bajarás delante de mí a Gilgal; entonces descenderé yo a ti para ofrecer holocaustos y sacrificar ofrendas de paz. Espera siete días, hasta que yo venga a ti y te enseñe lo que has de hacer.” y 1 Samuel 13:8-12 dice, “Y él esperó siete días, conforme al plazo que Samuel había dicho; pero Samuel no venía a Gilgal, y el pueblo se le desertaba. Entonces dijo Saúl: Traedme holocausto y ofrendas de paz. Y ofreció el holocausto. Y cuando él acababa de ofrecer el holocausto, he aquí Samuel que venía; y Saúl salió a recibirle, para saludarle. Entonces Samuel dijo: ¿Qué has hecho? Y Saúl respondió: Porque vi que el pueblo se me desertaba, y que tú no venías dentro del plazo señalado, y que los filisteos estaban reunidos en Micmas, me dije: Ahora descenderán los filisteos contra mí a Gilgal, y yo no he implorado el favor de Jehová. Me esforcé, pues, y ofrecí holocausto.” Samuel le dijo que porqué había sido impaciente. Saúl tenía que haberlo esperado y cuando desobedecemos a Dios,