EL PODER DE LAS PALABRAS EN EL MATRIMONIO.
Y vamos a ver desde el principio de la Biblia, alguno de los fundamentos familiares que encontramos en la Biblia es que las palabras tienen significado, las palabras cambian situaciones y así vamos a ver este patrón que Dios nos enseña desde Génesis 1
Génesis 1:1-3
1:1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
1:2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
1:3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
Hermanos en mi país hubo un hombre que no se como esto se le ocurrió, pero él decidió caminar de costa a costa, creo que empezó en Nueva York, iba a cruzar todo el país a pie, hasta llegar a california tocar el Océano Pacífico, entonces eso era su meta, y empezó su jornada, empezó a caminar y caminar y caminar y después de yo creo que varios meses, el sí llegó a California y ahí tocó el Océano Pacífico y bueno la gente porque esto fue un logro especial nadie lo había hecho, le hicieron entrevistas y le preguntaron “bueno dentro de todo lo que usted enfrentó, cruzando ¿cuál fue la adversidad más difícil en esta jornada?”. Ellos pensaron que él iba  a mencionar lo frío de ciertas noches, o el desierto y su calor o quizá escalar montañas y todo eso; pero él dijo “la cosa que me dolió más y lo que casi me paro fueron las piedritas que se acumulaban en mis zapatos”.
Y hermanos este día si usted tiene una piedrita en el zapato, tu sabes que es algo pequeño pero es algo grande a la vez ¿no?. Es una molestia, cosas pequeñas a veces hacen cosas grandes y a veces hermanos nosotros pensamos que una palabra que sale de nuestra boca, es solamente una palabra, se va a olvidar, se va a borrar en el archivo mental de la persona que lo oye, pero hay personas, hermanos, que en este cuarto ha sido marcada por una sola cosa incorrecta que te fue dicho desde su niñez. 
Las palabras impactan, las palabras cambian las cosas y vemos ésto desde Génesis capítulo uno; en Génesis capítulo uno, el profeta Moisés lo que él está haciendo, el está escribiendo su ley a un pueblo judío, obviamente gracias a Dios para nosotros también, pero en específico, su primera audiencia es el pueblo judío, ellos tenían cuatrocientos cincuenta años dentro de un ambiente de idolatría en Egipto donde la gente vió “dioses” a través de todo Egipto y donde vió a los egipcios adorar imágenes que tenía ojos y no veían, oídos que no podían oír y también bocas y no hablaban y lo que Moisés hace en Génesis capítulo uno, es enseñar al pueblo judío la diferencia entre Jehová el Dios verdadero y los ídolos de Egipto y él les enseña algo elemental de nuestro Dios, que nuestro Dios no es una imagen muerta que no puede hablar, Él es poderoso orador, Él es un poderoso orador un Dios que Él habla y las cosas siempre cambian cuando Él habla; piensa en el versículo tres Génesis 1:3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
Hermanos nuestro Dios es tan grande que si Él hubiera querido hubiera podido chasquear sus dedos y haber creado todo el universo con su orden y su belleza, cada galaxia ubicada en su lugar, cada camarón en la profundidad del mar, cada bosque en su lugar instantáneamente, pero lo que encontramos hermanos acerca de Dios en Génesis uno, es que Dios a través de conversación con su universo va añadiendo detalle, sobre detalle, sobre detalle y fue como el libro de Hebreos nos dice “por la palabra de Dios nosotros creemos que Dios formó el universo” ¿Amén?
Dios habla  y en Génesis capítulo uno nuestra introducción a este gran Dios es esto, Él habla y trae vida, Él habla y transforma lo que era, Él habla y de la nada sale el todo. Dios tiene palabras muy, pero muy poderosas, es poderosa su palabra. Y el capítulo uno de Génesis es básicamente un proyecto de construcción y ustedes hombres que saben de la construcción,