Lectio Divina Dominical - Cristonautas
Lectio Divina Dominical XXIII del Tiempo Ordinario Ciclo A
«Si tu hermano te ofende, ve y corrígelo»
Hno. Ricardo Grzona, frp
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PRIMERA LECTURA: Ezequiel 33, 7-9
SALMO RESPONSORIAL: Salmo 94, 1-2.6-9
SEGUNDA LECTURA: Romanos 13, 8-10
Invocación al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo,
Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras conciencias.
Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad para entender lo que el Padre quiere decirnos a través de su Hijo Jesús, el Cristo.
Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.
-Amén-
TEXTO BÍBLICO: Mateo 18, 15-20
18,15: Si tu hermano te ofende, ve y corrígelo, tú y él a solas. Si te escucha has ganado a tu hermano. 18,16: Si no te hace caso, hazte acompañar de uno o dos, para que el asunto se resuelva por dos o tres testigos. 18,17: Si no les hace caso, informa a la comunidad. Y si no hace caso a la comunidad considéralo un pagano o un recaudador de impuestos. 18,18: Les aseguro que lo que ustedes aten en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo.
18,19: Les digo también que si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra para pedir cualquier cosa, mi Padre del cielo se la concederá. 18,20: Porque donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, yo estoy allí, en medio de ellos.
BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO
1.- LECTURA: ¿Qué dice el texto?
Estudio Bíblico.
San Mateo pone en labios de Jesús muchas enseñanzas de la vida cristiana. Una de ellas muy importante está narrada en este texto, y es lo que nosotros llamamos la “corrección fraterna”.
Es obvio, que Jesús se da cuenta de nuestra vida de pecadores, nuestros defectos, nuestras limitaciones y nuestros errores. Pero Jesús vino a perdonar en nombre de Dios Padre. Su misión más importante fue la de reconciliar a la humanidad que se había ido de Dios para volverla al Padre.
Ahora bien, esta misión de Jesús, es en colaboración con sus seguidores, es decir, con la Iglesia, que es comunidad. No se puede entender a Cristo sin su Iglesia. Por eso, tal vez este texto, que pocas veces se toma en cuenta es tan esencial en la vida cristiana comunitaria.
Inmediatamente antes de este texto, encontramos el famoso pasaje de la oveja perdida, que el pastor deja a las noventa y nueve para salir a buscar a la que se perdió. Pero ahora, lo importante es que esta misión de ir y buscar al hermano perdido, es de la comunidad.
Como Dios no quiere que nadie se pierda, manda a su Hijo a buscar a los perdidos, pero también a pone a la comunidad, que no está compuesta de santos, sino de pecadores, la misión de encontrar un camino de conversión.
Mateo nos recuerda que Jesús propone un camino disciplinar para este proceso. Y es bueno darse cuenta que hay etapas. Primero, si el hermano que está errado ofende, llamarlo por separado, y “si te escucha” dice claramente habrás ganado al hermano (es decir, lo habrás vuelto al redil de la Iglesia).
Pero si no escucha, se debe buscar un testigo y aumentarlo hasta tres. Y si tampoco quiere entender, entonces hay que llamar a la comunidad completa. Es la Iglesia la que es testigo importante de la persona que comete errores. Y es tarea de todos y es recíproca, no es que esto es de unos pocos, todos, como comunidad y como expresión de la caridad, deben corregirse mutuamente en benevolencia.
Ahora bien, tenemos un caso de alguien que no quiere reconocer el error. ¿Qué hacer? Jesús es tajante, luego de haberle dado una serie de oportunidades, hay que considerarlo como un “pagano, publicano o recaudador de impuestos”. Es decir, con total tristeza sacarlo de la comunidad. No es que está fuera de Cristo, sino de privarlo del gran bien que es la participación de la comunidad eclesial. Y es misión de la comunidad orar por la conversión del hermano por la vuelta al seno de la Iglesia.
Ahora pone[...]