En 2009 el ingeniero Ken Anderson y el periodista Peter Windsor crearon el USF1 Team, una escudería que aspiraba a correr en la Fórmula 1 en 2010. Cerraron trato con el argentino José María López para que sea uno de sus pilotos, anunciaron el acuerdo en la Casa Rosada tras una reunión con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y se llevaron dos millones de dólares de la Argentina. Sin embargo, a las pocas semanas el equipo quebró y no se presentó a correr en un hecho inédito en la máxima categoría.

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