Si estás en Cristo, has recibido un don espiritual destinado a ser usado con y para el cuerpo de Cristo. La idea central de estos versículos es que el cuerpo se compone de muchas partes, pero están diseñadas para funcionar juntas. El objetivo de la exhortación de Pablo aquí es que el cuerpo esté unido y madure.

En la iglesia occidental, a menudo vemos la iglesia como un evento al que asistimos, en lugar de un cuerpo al que pertenecemos. En un cuerpo, cada parte es importante. Si una parte duele, todo el cuerpo se ve afectado. Si una parte falta, el cuerpo no funciona como fue diseñado. ¿Vemos a la iglesia y nuestro papel en ella con esa misma importancia?