El soberano del cosmos es as: un Dios que sabe escuchar y que puede recapacitar sus decisiones por amor.

Cuando la vida, los sueos y los nimos se detienen es bueno escuchar que la promesa sigue vigente: algo va a suceder. En verdad algo va a suceder en tu vida porque la vida que est en manos de Dios siempre es camino hacia enfrente.

Hay tiempo de decir adis. Es parte de las estaciones de la vida. Slo hay que saber discernir cundo deben llegar las despedidas y recordar que la promesa de Dios sigue vigente an cuando nuestros caminos puedan separarse.

El significado de la promesa, sers de bendicin, se encuentra en el camino, en las relaciones que se tejen en la travesa hacia la tierra prometida y bajo el azar que supone estar vagando por caminos desconocidos.

La solucin no est en construir torres que lleguen al cielo, sino en hacer aquello que has sido llamada y llamado a hacer: disfruta de lo que Dios da, ama a tu prjimo, vive en justicia, abraza la misericordia. Lo dems ha de ser aadido a su tiempo.

Siempre hay seales de promesa: podr llover, pero nada te podr separar del amor de quien te ama sin lmites.

Justo donde hay quienes escuchen y se unen es el lugar donde surge un arca de salvacin que puede desafiar cualquier diluvio, cualquier violencia y cualquier mal que venga.

No hay destino, no hay nada escrito, no hay condena: todo puede ser nuevo.

El Paraso es aquel lugar donde estn los solitarios que se han convertido en anfitriones de los dems y que, siendo confrontados con la propia existencia, saben que hay vida, y que si viven es porque son amadas y amados. 

Siempre hay pequeas semillas de Edn que nos acompaan y que pueden hacer crecer el recuerdo de aquello que fue declarado hace tanto tiempo: la vida vale la pena ser vivida porque hay alguien que nos ama.