Saber que Jess reina debe llenarnos de gozo porque l no solo gobierna nuestras vidas, l reina sobre el mundo entero y lo hace para Su gloria y nuestro bien.

Que cada relacin con los jvenes a quienes discipules sea un pequeo taller, basado en el amor de Dios, donde el Seor est obrando.

Si somos honestos, los lderes de la iglesia debemos admitir que somos propensos a ciertos pecados respetables en el ministerio.

Una iglesia bblica es una iglesia de lderes bblicos y esto no se logra de forma casual, sino que es el resultado de una prctica intencional.

Nuestros planes son inciertos, pero el amor de Cristo y Sus planes perfectos vertidos en Su evangelio no carecen de propsito y certeza.

Aunque hay muchas armas espirituales para combatir la tentacin, Pablo nombra una que parece inesperada: ser agradecidos.

Recuerda que el ministerio juvenil existe porque la iglesia local existe, y no al revs.

La salvacin es ms que una combinacin perfecta de palabras bien seleccionadas que una persona debe repetir; es una obra soberana de Dios.

Tenemos todo lo que necesitamos para ser capaces de aprovechar nuestras neuronas, para la gloria de Dios y para el bien de Su pueblo. No nos conformemos con menos.

No debemos intentar separar la fidelidad del ser fructferos. Ambos aspectos van de la mano.