Vegana y Normal

Vegana y Normal


17. La industria láctea da miedo – Y hablamos con Pablo Donoso (Distrito Vegano)

February 21, 2020

Hoy nos adentramos en la espeluznante industria láctea, y lo hacemos desde las tres perspectivas, la de salud, el medio ambiente y, por supuesto, por la parte de derechos de los animales.

Derechos de los animales

Comencemos por esta última ya que para nosotras es la principal, sin duda alguna.

Como cualquier otra mamífera, las vacas, ovejas y cabras solo dan leche cuando dan a luz, por lo que para que una vaca de leche se les insemina artificialmente una y otra, y otra, y otra y otra vez, desde los 12 meses de edad aproximadamente hasta que quedan tan exhaustas, destrozadas e inservibles para la industria que son llevadas al matadero y su carne vendida como carne de segunda o subproducto.

De los machos masturbados

A los toros, por supuesto, se les tiene que sacar el sémen artificialmente también, ya que hacer que un toro monte a una vaca y la deje embarazada es un proceso demasiado lento e ineficiente para la industria, por lo que se les masturba, o bien a mano, o bien con dildos gigantes que les meten por el ano para estimularlos y que eyaculen lo más rápido posible.

Pasando por las hembras inseminadas forzosamente

Y este sémen que, por supuesto, luego será introducida de manera forzosa en las vacas introduciendo un tubo larguísimo hasta llegar al útero, mientras se introduce un brazo por el ano de la vaca para hacer el proceso tan efectivo como sea posible. Durante este proceso, normalmente están encajadas en las llamadas “jaulas de violación” o “jaulas de inseminación”, unas estructuras metálicas que no les permiten moverse ni un centímetro.

Cómo veis todo es absolutamente espeluznante porque las vacas lecheras pastando felices por los prados, que te dan la leche solo si se la pides amablemente, NO existen.

Hasta los bebés secuestrados de sus madres

¿Y qué pasa con todos esos bebés que nacen de esa inseminación? Pues que obviamente quieren beber la leche de su mamá, pero esa leche es para nosotras, la única especie sobre la faz de la tierra que sigue consumiendo leche (y de otra especie) después del destete, grotesco todo… Así que para ello se les separa de su madre inmediatamente después de nacer.

Además el sentimiento maternal de las vacas es muy grande y muchas veces lloran a sus hijos secuestrados durante días. Pero esos bebés tendrán también un destino terrible, serán alimentados con piensos, con suplementos y líquidos salados que les haga crecer lo más rápido posible para convertirlos en carne de ternera si son machos o en vacas explotadas si son hembras como sus madres.

Y otras crueles prácticas “en pos del bienestar animal”.

Por no hablar del descornado que se les practica con dos meses de edad. Les queman los nervios de los cuernos incipientes, ya sea con sosa cáustica o con metales candentes. Y todo en pos del bienestar animal, para que no puedan herir a otros animales o a los operarios. Y en la mayoría de ocasiones ni siquiera es efectiva  la anestesia, que incluso es opcional a nivel legal.

Como podéis ver la industria láctea es una de las industrias más atroces que hay y ni existe el bienestar animal ni nada que se le parezca, solo existe el dolor, el sufrimiento y la explotación.

Salud

Y esto nos lleva al tema de la salud, porque claro, estas vacas están explotadas durante toda su vida y tienen graves problemas de salud a consecuencia de ello.

La Universidad de Harvard ha quitado los lácteos de su pirámide nutricional hace ya algunos años, e incluso hay médicos, como el doctor Colin Campbell, profesor emérito de bioquímica alimentaria de la Univ...


loaded