En esta centésima décima sexta emulsión: el mushasho de la Fronteras, terrestres, sensibles, corporales, al ritmo que le toques.

En esta centésima décima quinta emulsión: un primer paso al vacío, una obra eterna, sí, como ese amor de Acapulco.

En esta centésima décima cuarta emulsión: cruzamos el charco con invitación en mano, doradas inventadas frente a la pantalla intercontinental.

En esta centésima décima tercera emulsión: nos bañamos, nos peinamos, nos desconocemos con manos sudadas y estatuillas vacuas.

En esta centésima décima segunda emulsión: deléitense con voces elogiando otras voces, he aquí las mejores de entre doscientas soberanas gargantas.

En esta centésima décima primera emulsión: los ojos ingleses más pispiretos, el hombre que cayó a la tierra y un fanfic sobre el lejano oeste nos acercan al selecto vigésimo bonche.

En esta centésima décima emulsión: levantamos nuestra voz desfinada por una injusticia, obvio solo se topara con el vacío.

En esta centésima novena emulsión: según Andrés el rock ya no está IN, rozando el sacro santo tope cincuenta.

En esta centésima octava emulsión: una nota de color del Vive Latino, aplausos para la Wino y Seli, controversia por el dueño de Ben.

En esta centésima séptima emulsión: arrullándonos bajo la luna de las cosechas mutamos en gatas bajo la lluvia.