Lectio Divina Dominical - Cristonautas

Lectio Divina Dominical - Cristonautas


Lectio Divina Dominical XXII del Tiempo Ordinario Ciclo A

September 02, 2023

«El que quiera seguirme que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz y me siga»

Hno. Ricardo Grzona, frp
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PRIMERA LECTURA: Jeremías 20, 7-9
SALMO RESPONSORIAL: Salmo 62, 2-6.8-9
SEGUNDA LECTURA: Romanos 12, 1-2
Invocación al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo,
Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras conciencias.
Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad para entender lo que el Padre quiere decirnos a través de su Hijo Jesús, el Cristo.
Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.

-Amén-
TEXTO BÍBLICO: Mateo 16, 21-27

16,21: A partir de entonces Jesús comenzó a explicar a sus discípulos que debía ir a Jerusalén, padecer mucho por causa de los ancianos, sumos sacerdotes y letrados, sufrir la muerte y al tercer día resucitar.
  16,22: Pedro se lo llevó aparte y se puso a reprenderlo:
   —¡Dios no lo permita, Señor! No te sucederá tal cosa.
  16,23: Él se volvió y dijo a Pedro:
   —¡Retírate, Satanás! Quieres hacerme caer. Piensas como los hombres, no como Dios.
  16,24: Entonces Jesús dijo a los discípulos:
  —El que quiera seguirme que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz y me siga.16,25: El que quiera salvar su vida la perderá; pero quien pierda la vida por mi causa la conservará. 16,26: ¿De qué le vale al hombre ganar todo el mundo si pierde su vida?, ¿qué precio pagará por su vida? 16,27: El Hijo del Hombre ha de venir con la gloria de su Padre y acompañado de sus ángeles. Entonces pagará a cada uno según su conducta.
BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO
1.- LECTURA: ¿Qué dice el texto?
Estudio Bíblico.
Durante el Ciclo Litúrgico A, la Iglesia nos va presentando el seguimiento de Jesús el Señor a través del Evangelio de Mateo. Para este próximo domingo, el texto sigue al domingo anterior, donde Pedro lo reconoce como el Mesías Salvador.
Inmediatamente Jesús le dice a sus discípulos sobre lo que le ocurrirá, sufrirá mucho en manos de los judíos más relevantes de la sociedad, y anuncia que lo matarán y que resucitará. Pero los discípulos escuchando esto no lo entienden.
Pedro mismo, quien lo había reconocido como el Mesías, ahora reprende al Señor y le dice que eso no puede suceder nunca, porque Pedro espera a un Mesías muy humano… Jesús lo trata muy severamente diciéndole que no debe interponerse en los planes de Dios por pensar en sus propios planes. Curiosamente son los mismos términos que había usado el mismo Pedro en la pesca milagrosa cuando le dijo a Jesús: “Apártate de mí, porque soy un pecador” (Lucas 5, 8). Jesús usa estas mismas palabras pero le dice “Apártate de mí, Satanás”. (La palabra satanás, es usada aquí como aquel adversario que impide o bloquea el camino. Una traducción no tan literal pero más explícita, podría decir, “córrete de mi camino, no me obstaculices donde debo ir”). Jesús le aclara a Pedro que está pensando como los seres humanos, pero no está pensando como Dios. El plan que Dios tiene es salvar a la humanidad concreta y el mesías no es aquel que vendría a liberar a Israel con el poder de la espada, sino a abrir sus fronteras con el poder del amor redentor. Costará mucho tiempo para Pedro y los demás discípulos entender todo esto de Jesús.
Con todo esto, Jesús no revoca la misión que le había confiado a Pedro: de ahí que debamos reconocer que la Iglesia, desde “la roca” “la Piedra” de su fundamento, aunque está constituida por hombres frágiles, permanecerá firme e inmortal para siempre, porque Cristo mismo es quien está presente.
Aquí se ve claro entonces el anuncio que el camino de los discípulos deberá seguir las huellas de su Maestro: Ser discípulo implica también compartir los sufrimientos, humillaciones, aparentes fracasos y así se podrá compartir la victoria de Jesús.
Jesús, entonces a través de este texto [...]